¿Cuánto duran los electrodomésticos?

Vivimos rodeados de aparatos electrodomésticos, y también temerosos de que los mismos nos dejen abandonados en el momento menos oportuno, cuando más nos hacen falta o cuando sustituirlos resulte más doloroso para nuestro bolsillo. Son, por decirlo de algún modo, la maquinaria del hogar moderno.

Pero la durabilidad de un electrodoméstico tampoco es una regla fija. Es cierto que utensilios como el microondas, la nevera, el lavavajillas y la lavadora, que están en prácticamente todas las casas, tienen casi garantizada una vida útil en torno a los diez años. Pero si tomamos algunas precauciones, aún pueden durar más.

Cuidarlos desde el principio

Hay una cuestión importante al respecto: los electrodomésticos necesitan de atención para cumplir con su uso doméstico sin sobresaltos. Por lo general la primera regla es leer los manuales de instrucciones, porque ahí vamos a encontrar las recomendaciones esenciales que el propio fabricante ofrece para que el rendimiento del aparato sea como esperamos.

Esta cautela comienza en la instalación misma del aparato, porque un traslado poco cuidadoso del electrodoméstico es el probable preámbulo de una avería posterior. Ahí entramos en una cuestión obvia: siempre es mejor contar con profesionales de probada solvencia en la industria.

Hay un aspecto en el que coinciden todos los electrodomésticos: la limpieza. Porque si ponemos ropa a lavar pero dejamos objetos olvidados -ay, esos bolsillos- vamos a correr el riesgo de una avería provocada por nosotros mismos. Lo mismo se puede decir sobre el lavavajillas, que tolera mal los restos de comida en los platos, porque obtura sus conductos y termina por estropearse.

Al final, el cuidado de todo utensilio del hogar es cuestión de sentido común: hay que darles la atención precisa, tanto a los mismos como a la instalación eléctrica que los permite funcionar. Hay que respetar los tiempos de las revisiones, confiar en los profesionales y atender la limpieza mínima de los aparatos.