Lavavajillas, aprovecharlo al máximo cuidando su maquinaria

El lavavajillas, ya sea industrial o del hogar, es muy útil para la vida diaria, pues evita la poco agradable tarea de fregar los platos. Y, contra lo que pueda parecer, tiene virtudes ecológicas: estudios recientes señalan que, usándolo, se consume menos agua que lavando la vajilla a mano, concretamente casi la mitad.

Bien es cierto que, para lograrlo, hay que comprar un lavavajillas que sea eficiente desde el punto de vista energético (los que vienen con la etiqueta “A+++”) y hacer un uso inteligente del mismo.

Esto último se consigue siguiendo unas sencillas pautas. Así, en primer lugar, es recomendable escoger las horas en que la electricidad es más barata para ponerlo en marcha. Un segundo paso es utilizar el programa adecuado a la suciedad de los platos. Y un tercero esperar a que el aparato esté lleno para usarlo, sin bien actualmente casi todos los lavavajillas traen programas de media carga. Finalmente, en cuarto lugar, es necesario un buen mantenimiento de la maquinaria del electrodoméstico.

Igualmente, para ello hay que seguir unas sencillas recomendaciones. En primer lugar y, si se puede, debe usarse un agua con poca cal. A veces, no puede hacerse pero, en ese caso, conviene utilizar un buen anti-cal. En segundo lugar, es necesario sacar y limpiar a diario el filtro de la bomba y lavar los depósitos de abrillantador y detergente evitando que queden restos. En tercer lugar y todas las semanas, hay que extraer los brazos de lavado y retirar los restos que hayan ido acumulando. Finalmente, es recomendable comprobar que hay suficiente sal (nunca de cocina) en el depósito del descalificador. Y, en caso de avería, hacer la consiguiente reparación aunque funcione.

En suma, el lavavajillas es un electrodoméstico ecológico. Y, para que no dañe al medio ambiente, además de durar más tiempo, es preciso revisar y hacer un buen mantenimiento periódico de su maquinaria y equipamiento.